HUELGA DE 1954

sábado, 19 de marzo de 2011

IMAGENES DE LA HUELGA



Atraídas por la mano de obra extremadamente barata, tierras fértiles, concesiones y exoneraciones fiscales, a principios del siglo XX, varias compañías bananeras estadounidenses llegaron y se afincaron en Honduras para explotar los recursos naturales y avasallar dentro de una "prisión verde" a millares de trabajadores.



Por Juan Carlos Rivera Torres
Tiempo de honduras, 4 de mayo del 2004
En las ubérrimas tierras de la costa norte, se instaló en 1902 la Cuyamel Fruit Company, una empresa del norteamericano William Streich, quien consiguió una concesión del Gobierno a cambio de construir una línea de ferrocarril en el sector de Cuyamel.
Al principio, Streich compró bananos a los productores nacionales y luego los exportó. Después, optó por cultivar la fruta, pero fracasó por falta de capital.
Tras el mal logrado intento, Streich vendió en 1905 las propiedades y derechos a Samuel Zemurray, quien potenció la Cuyamel Fruit Company, cuando, en 1911, el presidente Manuel Bonilla le dio, a cambio de un gran favor, una concesión para que explotara 10.000 hectáreas de tierra, libre de impuestos, en el sector de Tela.
Muy joven, de quince años, Zemurray, hijo de un agricultor judío, llegó procedente de Besarabia a New Orleans en 1892. A pesar de ser un adolescente, trabajó sin cesar. Se dedicó al comercio de bananos ; los compraba en el muelle de Mobile y después los vendía en las ciudades y pueblos cercanos. Así logró amasar una envidiable fortuna antes de cumplir los veinte y desposarse con la hija de Jacob Weinberger, el comerciante más importante de ese rubro en New Orleans.


El movimiento sindical y campesino está en crisis. Sus organizaciones coptadas por el oportunismo; se quieren imponer leyes represivas, ahora con el cuento de reprimir al terrorismo y la delincuencia.

Una nueva estrategia se hace necesaria para dar una nueva visión del país que tenemos y queremos. Nuevas formas de organización y lucha son indispensables, sin abandonar lo viejo y la experiencia. Los trabajadores bananeros casi desaparecieron, son una minoría; el obrero industrial es sustituido por el trabajador de la maquila. Así aparecen nuevos “embriones” de organización y lucha: nace en el 2001 el Bloque Popular, luego la Coordinadora Nacional de la Resistencia Popular. Miles de trabajadores salen a las calles a protestar dirigidos por estas organizaciones. El 26 de agosto del 2003, los trabajadores se movilizan y se toma por 24 horas a la capital del país.
La consigna de crear un nuevo poder popular surge desde abajo, nacen asambleas populares en todo el país y se organiza la protesta y la propuesta. Aunque el fenómeno de 1954 no se puede repetir, se vislumbra y se crea una nueva lucha.


5 comentarios:

  1. Me nimpresiona y deprime semejante barbarie...

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  2. Siempre hemos sido prisioneros de la corrupción y la avaricia de quienes nos gobiernan, espero algún día podamos luchar de verdad por nuestra libertad y que surjan personas buenas que quieran gobernar el país para mejorarlo.

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  3. siempre el pueblo hondureño asido gobernados por castas de personas que solo quieren el poder para bien común y no para el pueblo los nacionales y liberales han luchado para tener por siempre de títere al pueblo hondureño solo por interés de ellos nunca por el pueblo los hondureños tenemos que darnos cuenta que los que tienen el podre político tienen el poder económico solo unidos podremos sacar a esas castas de personas, familias, y partidos que nos tienen esclavizado

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  4. Hoy día el pueblo hondureño es pisoteado como nunca lo ha sido.
    Y pensar que esto viene sucediendo desde hace mucho tiempo con las estrategias avariciosas de las compañías bananeras. No hemos pasado, no hemos cambiado de página, no hemos hecho una verdadera revolución como la frencesa o americana.

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